En Roses tenemos un patrimonio histórico, arquitectónico y cultural que no nos lo acabamos. Además de los monumentos más conocidos, como la Ciudadela o el Castillo de la Trinidad, tenemos otros que no por menos populares son menos interesantes. Es el caso del Castillo de Bufalaranya.

¿Vienes a descubrirlo?

Aunque es difícil establecer una datación precisa de la construcción, es clara su pertenencia a tiempo altomedievales, aunque también se especula que la primera fase constructiva sea bastante anterior, señalando el momento entre los siglos VIII y IX.
Se cree que antiguamente, el llamado castillo «Panna Nigra», ubicado entre los límites del monasterio de Sant Pere de Rodes, hace referencia al Castillo de Bufalaranya. Actualmente los habitantes del entorno todavía llaman Monegra al monte donde se encuentra el castillo, siendo este una pervivencia del antiguo «Pinna Nigra». Es citado en diferentes ocasiones, consignado a la importante donación del conde Gausfred I d’Empúries-Rosselló al cenobio del año 974, a las confirmaciones papales del mismo 974 y del 990, y al precepto ratificatorio del rey franco Lotario del 982.
Del mismo modo, el nombre Bufalaranya se cree que es una deformación de un prístino Brufaganya que se documenta en una copia de un pergamino del 1361. No es hasta unos capbreus de los años 1798-1802 cuando se registra por primera vez el nombre deformado «Mas Isern del Castillo de Bufalaranya».
Se trata de una obra declarada bien cultual de interés nacional, situada en el noreste del núcleo urbano, encima de un monte bastante escarpado que enlaza por el norte con la loma de Can Berta y por el sur con el valle de la Trencada. Se accede subiendo a pie desde el kilómetro 5 de la carretera de Roses a Cadaqués. Son un conjunto de estructuras murarias conservadas a diferentes alturas con una muralla de planta irregular, adaptada a los grandes desniveles del terreno donde se fundamenta, que conserva prácticamente todo su perímetro. Los paramentos norte y este son los mejor conservados y están construidos con piedra pizarra sin trabajar, dispuesta formando hiladas irregulares. También destacan, sin embargo, hiladas de losas inclinadas en un solo sentido y tramos de opus spicatum.
El acceso al interior del recinto es por el lado este. En la parte superior está la torre, de planta rectangular y con una gran pilastra cuadrada en medio. En su paramento también se observan tramos de opus spicatum, combinados con hiladas de losas inclinadas en un solo sentido. El muro este presenta dos ventanas rectangulares de diferente tamaño, igualadas en el nivel del dintel. Se accede a su interior desde la banda sur, atravesando un ámbito de planta rectangular del que sólo se conservan sus cimientos.
El plano inferior presenta, en el extremo suroeste del recinto, una estancia de planta rectangular con el acceso por el lado este, y el patio desde donde se distribuyen los diferentes recorridos por el interior del recinto, ubicado en el extremo sureste.
Al norte, fuera del recinto amurallado, hay un doble foso excavado en la roca, que defendía la zona más débil entre el monte y la loma de Can Berta.

Imagen propiedad de: De Tantarantana – Trabajo propio, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4020877